Internet en Nicaragua: La historia de las oportunidades desaprovechadas

cornelio-hopmann.jpeg Por Cornelio Hopmann (*)
Una reflexión sobre Internet en Nicaragua tendría que ser, en primera instancia, una historia sobre las oportunidades desaprovechadas. Tengo fama de crítico necio y de persona conflictiva, de tal forma que un grano más no puede quemarme más de lo que ya estoy. En mi forma de ver, se repiten en la historia de Internet en Nicaragua hasta hoy en día casi todos los mismos elementos, al parecer típicos, que impiden desarrollo y despegue también en otros campos.

Para recordar: Nicaragua fue en 1988 el primer país de toda América Latina, que recibió su dominio nacional .ni en Internet, antes que México, Brasil o Chile. No obstante, en estos primeros años las autoridades universitarias de la UNI ni mucho menos el gobierno de aquel entonces estaban muy interesados en aprovechar esta puerta hacia el progreso.

La situación cambió cuando tres años más tarde Costa Rica abrió su conexión a Internet ya en línea y cuando una de las condiciones de financiamiento por la OEA era precisamente la conexión de Nicaragua vía Costa Rica. Pudo haber sido al revés. No obstante, mientras en Costa Rica bajo el auspicio de la Presidencia de la República ya se había establecido CRnet como organismo sin fines de lucro para promover el Internet, en Nicaragua, que tenía asegurado un financiamiento de la OEA, por nueve meses hubo un estira y encoge entre TELCOR, UNI y MEDE, sobre a quién le correspondía administrar los bienes, que terminó después de varias llamadas telefónicas Managua-San Francisco, culminando en un protocolo de entendimiento firmado allá entre el representante de TELCOR y la de la UNI, bajo influencia directa de las autoridades de la OEA y de la NSF (o sea hasta en cosas tan triviales va la mediación externa), arreglo hecho en los salones de trabajo de la II Conferencia Mundial sobre Internet. Los equipos quedaron así casi cinco meses en la aduana de Managua, por falta de entendimiento entre los nicaragüenses.

En ese momento, tanto la UNI como Telematix tenían las mejores condiciones para un rápido desarrollo: ambos con equipos donados y con capacidad suficiente para conectar centenares de usuarios. Pero se requería de agilidad en la gestión, de talento en organización y, lo más importante, visión.

Lo que pasó fue todo lo contrario: una vez más, tanto en Telematix como en la UNI los superiores al parecer no entendieron la importancia estratégica a largo plazo — Nicaragua al parecer es más un país de tácticas para llegar al próximo fin de semana–, de tal forma que no hubo líneas para conectar clientes, no hubo disposición para invertir a largo plazo en la formación de personal, etc.

Mientras en los EE.UU. ya se encaminaba abiertamente la comercialización de Internet, acá hubo trabas tras trabas y debate tras debate sobre si los ONG como de ejemplo CRIES/Nicarao o la OPS o peor, nodos con fines comerciales podrían conectarse a Internet o no. Igualmente fracasaron tres intentos de organizar de una u otra forma a los interesados en Internet, en primer instancia, por celos tanto institucionales como profesionales.

No sorprende entonces que los próximos 2.1 millones de dólares de financiamiento de la OEA para el establecimiento de un backbone centroamericano, se entregue en un 100% al CRnet de Costa Rica, dado que ahí hay alguien que –con respaldo de gobierno y empresa privada– gestiona el desarrollo de Internet a nivel de país.

Cabe señalar que en Guatemala los proveedores comerciales de acceso a Internet se organizaron como capítulo de la Cámara de Comercio y que en todos los países del istmo –con excepción de Nicaragua– hay fundaciones u otras formas de coordinación institucionalizada, para promover el Internet en beneficio de todos, en las cuales están representados todos los segmentos, desde gobierno hasta empresa privada.

A propósito de las oportunidades no aprovechadas: la UNI tenía la oferta de la Fundación Ford y del PNUD, de financiarle a la universidad toda una estación de satélite propia –de tal forma que la UNI estuviera hoy en una posición super-privilegiada como proveedor–, oferta que no fue aceptada porque no hubo al mismo tiempo el suministro de plata en efectivo para los gastos operacionales y administrativos. (O sea, yo acepto la donación de una gallina de oro, si y sólo si me viene también ya con los granos para su alimentación).

Pero hay quienes sí aprovecharon bien: el nodo de IBW comenzó hace unos dos años en base de una simple 486 y con Linux como sistema, o sea técnicamente con menos de la mitad de lo que tenían UNI y Telematix, y hoy en día cuenta con más de 1,700 usuarios, más de 50 líneas, más de 18 dominios virtuales y un sinnúmero de servicios. Es el nodo más grande, y por supuesto, el más rentable en todo el país, con el resultado que este nodo el día de hoy reúne por sí sólo a más de la mitad de los usuarios con cuenta propia en todo el país, en un negocio que según estimaciones ya mueve más de US$ 100,000 cada mes. ¿Será por el hecho que esta empresa la maneje un chele, que haya tal diferencia con los «nacionales»?

Por el otro lado, la UNI en busca de ingresos por centavos cuando tuvo la oportunidad de tener ingresos por miles, monta pomposamente el Network Information Center Nicaragua, donde el punto clave es el pago puntual de los aranceles, mientras no se ve por ningún lado, cómo y con quién la UNI va a cumplir con las obligaciones y servicios que implica tal servicio. Una pequeña muestra de «competencia» por el lado de UNI como Network Information Center y TMX como proveedor tradicional: ambos dejaron todo el país incomunicado durante casi 48 horas, al desconectar el servidor de nombres principal de Nicaragua –ns.ni– del acceso desde afuera, y no por fuerza mayor sino simplemente por descuido en la configuración de enrutadores. Quizás quieren obtener algunos reales antes que venga la factura de AIRIN por los números IP manejados por la UNI, dado que allá se decidió que a partir de este año se tiene que pagar algo así como US$ 20,000 para números Clase B y unos US$ 2,000 por cada número Clase C al año. Ninguna gran cosa, dado que con un número B bien manejado se cubre 254 redes enteras de 254 máquinas cada una –o sea menos de un centavo por máquina–, pero si gran cosa cuando no se supo aprovechar el recurso a tiempo.

Dado que aún en estas condiciones los interesados –nodos e instituciones– al parecer no son capaces de organizarse, es igualmente tan típico como justo que la Embajada de los Estados Unidos invite a discutir ahí el futuro de Internet en Nicaragua, donde la charla sobre la Red Nacional estuvo a cargo del chele de comprobada eficiencia y eficacia.

Entonces, me pregunto, ¿cuándo habrá en Nicaragua algo de organización, que aglutinando a los diversos nodos existentes, promueva verdaderamente el aprovechamiento del recurso Internet para el desarrollo del país? No hacen falta oportunidades y necesidades, por ejemplo: facilitar el acceso a Internet en igualdad de condiciones a los departamentos –ENITEL cobra de cinco a diez veces más que en Managua, mientras las llamadas internacionales valen lo mismo–.

Usar Internet para facilitar mayor transparencia en la administración pública, facilitando el acceso WEB a los Sistemas de Seguimiento de Proyectos del Ministerio de Cooperación Externa, del Banco de Información de Proyectos de Inversión Pública, y por ende al SIGFA, sistema que contiene toda la información sobre la ejecución del presupuesto de la República. Las inversiones necesarias para este acceso –unos 15 a 20 mil dólares– no alcanzan ni el 1% de lo ya gastado en estos proyectos, que ya sobrepasa los 12 millones de dólares.

Usar Internet para programas de educación a distancia: resulta hasta mucho más económico llevar los programas de profesionalización para maestros de primaria y secundaria vía WEB a las regiones, que obligar a éstos a viajar cada fin de semana a León o Managua. En este contexto vale la pena mencionar que el CNU –el gremio de las universidades subsidiadas– gastó un poco más de 1.2 millones de dólares en asesoría, consultoría, etc. para mejorar los sistemas de información de las universidades públicas, sin muchos resultados tangibles, plata con la que se hubiera podido dotar a cada uno de los recintos de todas las universidades miembros del CNU, de una pequeña red local de unas 8 a 12 máquinas, con acceso a Internet en línea, mientras hoy en día solamente UNI, UCA y últimamente por esfuerzo propio, la UNAN de León, tienen este acceso.

Usar Internet no sólo como vehículo de publicidad – -como la gran mayoría de las instituciones estatales y privadas– sino como instrumento de mercadeo activo, es decir de compra/venta vía Internet tanto hacia afuera como adentro. Si se invirtiera otra vez un porcentaje marginal de tantos caudales de cooperación destinados a promover, proyectar e incentivar la empresa privada, hacia el uso de Internet como tecnología facilitadora, entonces esta ayuda podría ser muchísimo más efectiva, eficiente y eficaz.

Todas estas oportunidades no son sueños sino ya realidades o por hacerse realidad hasta en países vecinos como Costa Rica. No hace falta la plata tampoco –como he señalado–, pero temo y sospecho que aquí en Nicaragua, para Internet como para otros campos, se prefiere el negocio y consumo rápido y seguro para hoy y ahora, sobre cualquier inversión coordinada a largo plazo, de tal forma que la desorganización de los posibles interesados no parece como causa sino más bien síntoma de algo mayor, tal como lo dejamos entrever al inicio de este artículo.


(*) Presidente Ejecutivo Sistemas Abiertos (Sasa). Hace casi 10 años iniciador de Internet en Nicaragua.http://www.tmx.com.ni/~editarte/mym/pages/pag_05.htmNotas (2007)
1) este articulo se publicó en 1998 en la Revista Medios & Mensajes, una publicación que se dirige en primer instancia a periodistas y personas de los medios tradicionales
2) Un correción necesaria al artpiculo: Nicaragua no fue el primer país … pero si el 5 to. en 1989. Antes había: Argentina (1987) Chile (1988) y
en el mismo 1989 México y Brazil.Cornelio
Para mas: www.enicaragua.org.ni

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